El fuerte fusilero de Coll de Ladrones es una de las diversas construcciones defensivas que se han construido en lugares estratégicos del término de Canfrac para la defensa del valle y del paso a la frontera con Francia.

La primera edificación defensiva en el lugar fue construida en el s. XVIII, abandonada temporalmente, se volvió a recuperar a finales del s.XIX, cuando se proyectó la construcción de la línea internacional de ferrocarril Olorón-Canfranc y la apertura del túnel ferroviario de Somport y el Ministerio de la Guerra, recordando la invasión francesa y la Guerra de la Independencia, condicionó la construcción de esta línea a unas medidas de seguridad que salvaguardarán y reforzaran la frontera con Francia.

El fuerte fusilero cuenta con varios edificios que sirvieron para la alojar a la tropa y a los oficiales y para desempeñar otras funciones propias de un edificio militar como las oficinas, enfermería y polvorín. Destacan las defensas artilleras que están excavadas en la roca y otra galería que comunica con una batería situada sobre el río

El fuerte fue terminado a principios del s. XX y pronto quedó superado por las innovaciones en materia de guerra, por lo que, en 1961 fue cerrado. El Ministerio de Defensa lo subastó en 1990 y pasó a ser propiedad privada. En la actualidad está abierto al público.

Fuente: https://turismojacetania.com/lugares.php?Id=82


Fuerte Coll de Ladrones II. Hernando Medina. Recuperado de: https://flic.kr/p/Qi12rW. 07/10/2022. CC BY-NC-ND.
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